Bombas de patata rellenas de carne

     Bueno... pues después de tanta fiesta y tanta comilona, por fin volvemos a la rutina y ahora toca de nuevo la puesta a punto de nuestros cuerpos. Y... ¿qué mejor manera de hacerlo que con una receta sana donde abunde la verdurita?
     Jajajaja,...Eso lo dejo para otra ocasión, porque la receta que os muestro ahora no es que sea muy apropiada para dietas, pero ¡¡está riquísima!!

     Se trata de "bombas de patata rellenas de carne" que estoy segura os van a gustar a todos. Además una vez las probéis y os gusten seguro que no os vais a resistir a prepararlas con diferentes rellenos porque son muy versátiles y admiten cualquier tipo de relleno.
     El tamaño de las bombas dependerá de vuestros gustos. La primera vez que las hice se me fue un poco la mano y salieron grandecitas, así que con una bomba ya estábamos llenos. Podéis hacerlas también tamaño albóndiga, aunque a mi personalmente me gustan un poquito más grandes.

     En los ingredientes os he puesto el queso como opcional: en mi casa no puedo incorporar el queso en muchas recetas porque mi hermana lo detesta, pero he de deciros que con queso o sin queso están deliciosas.

     ¡¡Estas bombas son la bomba!! Ya os aviso... De hecho estoy escribiendo la entrada y casi estoy salivando... Así que no me enrollo más y vamos con la receta.

(para 8 bombas):

- 6 patatas (grandecitas)
- 300 gr. de carne picada (puede ser de cerdo, ternera,...)
- 200 ml de tomate frito
- queso rallado o en taquitos (opcional)
- 1 cebolla
- aceite de oliva virgen extra
- orégano
- pimienta negra molida
- perejil picado
- pan rallado
- 2 huevos
- sal

     En primer lugar, pondremos las patatas a cocer. Ya sabéis que podéis hacerlo con o sin piel, dependiendo de vuestro gusto. Para esta receta da igual hacerlo de una u otra manera. Para saber cuando están cocidas podemos pincharlas. Una vez cocidas las escurriremos el agua y, en caso de cocerlas con piel las pelaremos con cuidado de no quemarnos (mejor esperar  a que se enfríen). Después las aplastaremos y trituraremos de forma que nos quede una especie de puré muy compacto. Podéis añadirle un poquito de sal y perejil picado.

     Por otro lado, salpimentaremos la carne picada y mientras tanto pondremos a pochar la cebolla (que habremos cortado muy finita) en una sartén con dos o tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Añadiremos la carne a la cebolla y seguiremos cocinándola. Cuando la carne esté prácticamente lista le añadiremos un poco de orégano (al gusto) y el tomate frito. Mezclaremos todo bien y dejaremos que se cocine durante unos 5 minuto más. Si vais a añadir queso, éste es el momento.

     Cuando ya tengamos la carne preparada, dejaremos que temple un poco y después empezaremos a formar las bolas.

     Es muy fácil formar las bolas y este procedimiento lo he utilizado más de una vez, como por ejemplo en la entrada anterior de los polvorones.
     Sobre un trozo de papel film vamos a poner una porción del puré de patata que hemos hecho anteriormente y lo aplastaremos. Justo en el centro pondremos una porción más pequeña de carne.

     Con la ayuda del papel film, formaremos una bola como se muestra en la imagen.

     Después con las manos ligeramente enharinadas sacaremos la bomba del papel y terminaremos de redondearla.

     Una vez hemos conseguido la forma deseada la pasaremos por huevo batido y después por el pan rallado, como se muestra en las siguientes imágenes.

    Ahora tendréis que seguir el mismo procedimiento con el resto de bolas hasta que las tengamos todas.

    Por último, sólo nos queda freírlas hasta que estén doraditas por fuera. Es recomendable que las pongáis sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. ¡¡Y listas!!