Sucumbí... Y es que me encanta el pan hecho en casa, y gracias a "ella" voy a poder hacer tantos como quiera, casi sin despeinarme. "Ella" es mi panificadora.
Quienes me conocéis sabéis que llevaba tiempo con ella en mente y que estaba sopesando si comprarla o no... Los Reyes Magos decidieron por mí (gracias mami) y se presentaron con una panificadora que, sin ser de las más grandes, me permite hacer panes de hasta un kilo, y para mí es más que suficiente.
¿Qué he hecho con ella desde que la tengo? Pues practicar, practicar y practicar todo tipo de recetas hasta dar con las que me gustan. Y no sólo he hecho panes, también bizcochos, mermeladas y otras recetas que espero os sorprendan.