Mont Blanc de crema de almendras

¿Castañas? ¿En verano? ¡Misión imposible el encontrarlas! Esa es la razón por la que he decidido sustituirlas por otro fruto seco, la almendra, mucho más fácil de encontrar y del que además tenía reserva en la despensa.

Y es que, ésta es la propuesta de este mes en Desafío en la Cocina. Yo hubiera agradecido mucho más que nos hubiesen puesto a hacer helado, ¡con este calor! Pero no, la propuesta, que me sorprendió bastante, fue Mont Blanc... Pero, ¿eso no es una montaña?

Sí, el Mont Blanc, o monte blanco, es el punto más alto de los Alpes. Y, aunque la situación de su cima está justo entre Francia e Italia y a ambos países pertenece oficialmente, siempre han existido las controversias en torno a este tema. 

Siendo un pico tan importante, es el más alto de la Unión Europea, y tan disputado, tenía que tener un postre en su honor. Y... ¡es éste!  

Un pastel que, tradicionalmente, se prepara con castañas y que intenta simular en su presentación la forma de una montaña... Una montaña de nata y crema de castañas, sobre una base de merengue, culminada con unos fideos de la misma crema de castañas y espolvoreado de azúcar glasé, haciendo el efecto de nieve. ¡Ahí es nada!

A estas alturas, con la descripción, ya estaréis babeando... ¡pobres de vosotros si no lo hacéis o, al menos, no lo probáis alguna vez! Porque está... ¡riquísimo!

¡Una pasada de postre! Se puede hacer en versión tarta o en formato individual, como si fuesen pequeños pasteles, como en mi caso. Me comprometo a hacer la versión tradicional con castañas en invierno, cuando ya no nos preocupe tanto la operación biquini y los jerséis de cuello vuelto nos lo oculten todo.

Para la crema de almendras:

- 200 gr. de almendras crudas con piel o sin piel
- 100 ml. de miel

Para el merengue:

- 3 claras de huevo
- 1 pizca de sal
- 100 gr. de azúcar glasé.

Para la nata:

- 200 ml. de nata con al menos 35% de materia grasa
- 100 ml. de azúcar glasé


- Para espolvorear por encima:

- Azúcar glasé
- Canela molida

También podéis adornar con almendra granulada sobre los fideos de la parte superior, o con almendras enteras.

Como se trata de un postre que lleva diferentes elaboraciones, he creído conveniente ir por partes.
Así que, empezaremos preparando la crema de almendras:

Para preparar esta crema hay que armarse de paciencia. No es difícil pero lleva su tiempo con la batidora en marcha. Y es que consiste en eso, en triturar, triturar y triturar.

Pondremos las almendras enteras en el vaso de la trituradora y las picaremos durante un par de minutos. Pararemos y removeremos con una cuchara para despegar la almendra que se quede pegada a las paredes del vaso.

Seguiremos triturando, realizando los mismos pasos: triturar y parar cada dos minutos para despegar lo que se quede pegado en los laterales o en el fondo.

Cuando veáis que la almendra comienza a soltar su grasa, empezaremos a añadir la miel, en dos veces. Y seguiremos triturando hasta conseguir una consistencia cremosa.

En el caso de que la batidora se caliente, podéis parar y dejar que se enfríe. A la crema no le pasará nada y así nos aseguraremos de no cargarnos la batidora.

Para preparar el merengue:

Preparar merengue es sumamente fácil, y para colmo... ¡está tan rico!

Las claras deben estar a temperatura ambiente, así que es recomendable dejarlas fuera de la nevera durante, al menos, una hora.

Las pondremos en el vaso de la batidora, con una pizca de sal, y utilizaremos las varillas para batirlas. Las batiremos hasta que las claras se vuelvan blancas, espumosas y formen picos. En ese momento, añadiremos el azúcar glasé y volveremos a batir hasta integrarlo.

Precalentaremos el horno a 120 º, aproximadamente, y sobre la bandeja del horno iremos poniendo cucharadas de merengue a las que haremos un agujero en medio para que formen una especie de "cestitas o cuencos".

Los hornearemos durante 15 o 20 minutos. Sabremos que están listos porque quedan duros por fuera.

Para montar la nata:

Es requisito indispensable que la nata esté bien fría. Si hace un día caluroso, es conveniente que la montemos en un recipiente muy frío o que éste esté en contacto con hielo.

Cuando la nata esté semimontada, añadiremos el azúcar y seguiremos montando. Cuando veamos que la nata queda firme, dejaremos de batir.

Los fideos de la parte superior:

Para formar los fideos de la parte superior necesitaremos una manga pastelera y una boquilla con una abertura finita o bien una con varios agujeritos pequeños.

Aquí, lo importante es que la crema no sea muy densa. En el caso de la de almendras, a pesar de que es cremosa, queda algo densa. Para aligerarla, le añadí una cucharada de nata a la parte de crema de los fideos y así conseguí que fuese más ligera y se formasen los fideos.

¿Cómo montamos el Mont Blanc?

Sobre las bases de merengue, pondremos una cucharada pequeña de crema de almendras. Y, sobre ésta, pondremos un buen copete de nata montada. Para finalizar, unos fideos de crema de almendras por encima. Y, como toque final, espolvorearemos con canela molida y azúcar glasé.

Y, éste me lo como yo... ¡me lo he ganado!

¿Queréis ver las versiones del resto de compañeros de Desafío en la cocina? Pues no os perdáis el recopilatorio AQUÍ.