¡¡Decorando cajas!!

Podemos cambiar el aspecto de una feas cajas de cartón en un ¡plis! de una manera muy fácil, convirtiéndolas en bonitos elementos decorativos para la casa, a la par que prácticas.

¿Qué vamos a necesitar?

- Una caja de cartón, metálica. En realidad nos da igual el material del que esté hecho la caja. Lo importante es que el material sea duro ya que así trabajaremos mejor sobre él.

- Para forrar la caja podemos utilizar materiales de lo más diverso: podemos aprovechar papel de regalo, plástico, tela (éstas os la mostraré más adelante, ya que quedan muy bonitas también), recortes de periódico o revistas.

- Cola blanca o pegamento.
- Tijeras.
- Barniz (no en todas, sólo para las que os voy a mostrar a continuación)


Las de la foto, en concreto, las hice aprovechando papel de regalo, folletos publicitarios o recortes de revistas. Y es que aquí lo que importa es la imaginación de cada uno.

A mí las que más me gustan son éstas:

Como se puede ver están incluso forradas por dentro.

Y mirad la parte superior de ésta que muestro a continuación:

    El hecho de hacerlas uno mismo nos ofrece la posibilidad de crear composiciones únicas.

Os explico como se hacen, ya veréis que os va a recordar a los "collage" del colegio:

En primer lugar hay que buscar dentro de revistas o periódicos ya leídos todos aquellos dibujos y fotografías que nos gusten y los recortamos. Da igual el tamaño que tengan, pero sí que tendremos que tener en cuenta el tamaño de la superficie que queremos cubrir (si hacemos recortes muy pequeños, necesitaremos más)

En segundo lugar, vamos a empezar a pegar los recortes en la caja. Mi recomendación es que primero se peguen los recortes más grandes para así cubrir más espacio y encima de éstos se van poniendo los pequeños. Antes de pegar podemos ir probando superponiendo los unos a los otros hasta dar con la composición que más nos guste.

Una cuestión a tener en cuenta es el pegamento que vamos utilizar, ya que el resultado varía de uno a otro.

Si utilizamos pegamento de barra el aspecto que nos quedará será mucho más terso, sin pompitas de aire, y su acabado por tanto va a ser más cuidado.

Si utilizamos cola blanca, nos quedará un resultado desde mi punto de vista más original. Yo utilicé cola blanca y en las fotos que os he mostrado podéis apreciar que quedan una especie de arruguitas que son pompitas de aire que se forman al mojar el papel.

Si finalmente utilizamos cola blanca debemos rebajarla con agua (exactamente utilizaremos la misma cantidad de agua que de cola) y ayudándonos de una brocha pequeña pintaremos toda la superficie de la caja con la mezcla, pondremos los recortes encima y una vez acabada la composición les echaremos otra capa de cola por encima de los recortes ya pegados (ésto ayuda a que aparezca el efecto de la arrugas que os he explicado anteriormente y que a mi me gusta tanto)

Una vez hemos terminado de pegar todos los recortes en nuestra caja (tanto por dentro como por fuera) la vamos a dejar secar todo el tiempo que sea necesario.

Una vez seca, podemos añadirle un brillo especial con una capa de barniz muy clarito. Esto nos ayudará también a que podamos limpiarlas más fácilmente después (inconveniente: ya sabéis el olor que despide el barniz y tarda unos días en desaparecer).