Vasito de Guacamole al curry y puré de patatas al pimentón o "Guacatata"

Uno de mis descubrimientos de este año ha sido el aguacate. Sí, ya se que el aguacate se cultiva desde hace miles de años y que a España llegó tras el descubrimiento de América. ¡Pero yo no lo había probado! Y como yo, seguro que hay más de uno o de una por ahí que tampoco lo ha hecho. ¡Pues ya estáis corriendo al mercado porque el aguacate es la bomba!

Me encantan su textura y su sabor, tan suaves. Por esta razón, el aguacate se adapta a todo tipo de platos y sabores, de hecho, va muy bien cuando queremos conseguir un plato picante o con un sabor fuerte. Para cremas (tipo Guacamole) o ensaladas es ideal.

Hace unos días me enteré del concurso "Tu mejor guacamole" organizado por el blog Las Salsas de la vida en colaboración con Campo Tropical y me encantó la idea, tanto que desde entonces he estado dándole vueltas a qué versión de guacamole podría preparar.

Y, he aquí el resultado: Vasito de guacamole al curry con puré de patatas al pimentón o "Guacatata". El nombre se lo he dado yo (una, que se ha puesto graciosa) y la razón es bastante obvia: Guacamole + Patata = Guacatata (espero perdonéis mis idas de olla, jajaja).

La cuestión es que, con dos texturas tan cremosas y bien especiadas y aliñadas, he conseguido preparar unos vasitos deliciosos que, como aperitivos (en vasitos mini) o como entrantes (en unos vasitos un poco más grandes), son perfectos y muy vistosos a la hora de llevarlos a la mesa.

Un toque diferente a este plato lo dan las patatas fritas para dipear. Conseguid unas patatas fritas que no sean demasiado finas para que no se rompan y disfrutad con el contraste salado de la patata frita y el guacamole. ¡Maravilloso!

Teniendo en cuenta la proximidad de las navidades, se me ocurre que estos vasitos son perfectos como aperitivos o entrantes. ¡Ahí os dejo la idea!

Los ingredientes que se indican son para 2 vasitos de 120 ml. aproximadamente.

- 2 aguacates.

- 2 patatas medianas.

- Leche (80 ml. aproximadamente)

- 30 gr. de mantequilla.

- Aceite de oliva virgen extra.

- Pimentón (yo le puse dulce, pero podéis ponerlo de la variedad que más os guste).

- Vinagre.

- Curry.

- Pimienta negra molida.

- Sal.

Para dipear: Patatas chips que no sean muy finas.

Uno de los inconvenientes que tiene el aguacate es que se oxida muy rápidamente y su color verde tan llamativo se puede tornar oscuro y feo si no lo tratamos como es debido. Por eso, os recomiendo dejar la preparación del guacamole para el final, para el momento justo de servirlo.

Empezaremos con el puré de patatas. Preparar un puré de patatas no es complicado, aunque quizá sea algo más laborioso dar con la textura justa. A unos les gusta más ligero y a otros, como es mi caso, les gusta más denso.

Empezaremos pelando las patatas y después las lavaremos. Las pondremos en una cacerola con agua y las coceremos hasta que estén tiernas por dentro. Probad con un tenedor o un cuchillo a pincharlas en la parte del centro. Si atraviesan la patata con facilidad, es que están cocidas.

Una vez escurridas las patatas, las pasaremos a otra cacerola donde las espachurraremos con la ayuda de un tenedor. Con el puré a fuego medio, empezaremos a añadir la leche (mejor si la habéis templado previamente) muy poquito a poco e iremos mezclando al mismo tiempo con la patata. En este caso, y con las cantidades que os indico para dos vasitos, la leche se añade casi gota a gota o a chorritos muy pequeños.

El hecho de hacerlo con tanto cuidado es lo que nos asegurará conseguir la textura deseada, sin correr el riesgo de pasarnos y que no nos quede como nos gusta.

Una vez lograda la textura, añadiremos la sal que necesite y media cucharadita de pimentón. Mezclaremos y, con el fuego apagado, le añadiremos la mantequilla. Ésta se derretirá con el calor residual.

Dejaremos templar el puré para que no esté caliente cuando entre en contacto con el guacamole.

Partiremos los aguacates por la mitad longitudinalmente. Como tienen un hueso bastante considerable en el centro, después de haber cortado hasta donde éste nos permite separaremos las dos mitades.

Con la ayuda de una cuchara vaciaremos la cáscara de los aguacates, sacando toda su carne. Pondremos en el vaso de la batidora: la carne de aguacate, una cucharada de aceite de oliva, un chorrito de vinagre, pimienta negra molida, una pizca de sal y curry al gusto. Batiremos hasta que los aguacates queden perfectamente triturados y el resto de ingredientes bien integrados.

Os recomiendo probarlo antes de servirlo para que rectifiquéis en lo que sea necesario.

Con el puré ya frio o templado, procederemos a montar los vasitos. Por la foto adivinaréis que es muy sencillo: una capa de guacamole, una capa de puré y otra de guacamole. Podéis alterar este orden si os apetece.

Para decorar: una mezcla de las dos especias, unas gotitas de aceite de oliva, perejil fresco, o unas patatas fritas.

A tener en cuenta:

* Aunque como os he dicho antes el aguacate se oxida muy rápidamente, hay un truco para ayudar a que éste aguante más tiempo, permitiéndonos así tenerlo preparado con unas horas de antelación. Para ello guardaremos el hueso del aguacate y una vez listo el guacamole le pondremos el hueso en medio. Taparemos con papel film de forma que esté en contacto directo con el guacamole, y lo dejaremos en la nevera hasta el momento de servirlo.

*Aquí os dejo los enlaces a otras recetas que he preparado anteriormente con aguacates.

Espero que os guste la receta, y si es así, que os atreváis a probarla.