Candelillas

Seguimos haciendo homenaje a los dulces españoles. Sí hace unos días preparé Goxua, receta típica del País Vasco, para el Día del Dulce Typical Spanish, ahora les toca el turno a las Candelillas, dulce típico de Extremadura. La razón es que el desafío de este mes del blog Desafío en la Cocina consiste también en preparar dulces típicos españoles, con dos requisitos: que sean fritos y que sean originarios de una comunidad autónoma distinta a la nuestra.

Como podréis ver en la presentación de mi blog soy toledana, así que quedan descartados los dulces castellano-manchegos tan ricos que tenemos y de los que encontraréis muchas recetas en este blog. Y pensando en qué comunidad autónoma y en qué postre elegir, me he decantado por uno extremeño: las candelillas. Y no es casualidad, la razón de elegirlas es que llevo un par de meses viviendo en la provincia de Badajoz y ya va siendo hora de ir probando las delicias que por aquí se preparan y que voy conociendo poco a poco.

Y... ¿qué son las Candelillas? A mí desde el principio me llamaron la atención porque, a simple vista, es difícil saber de qué están hechas y como se consigue que tengan ese aspecto. Después, una vez las pruebas, ya puedes empezar a aventurar algunos de sus ingredientes por su sabor y su textura.

Las Candelillas, también llamadas piñonate o roscas de muédago (dependiendo de las zonas), son un dulce preparado a partir de una masa de harina frita a la que se le da un baño de miel caliente. Parece que no está muy claro su origen y mientras unos sitúan esta receta en la época prerromana, otros le atribuyen su autoría al pueblo judío o al árabe. En cualquiera de los casos, esta receta ha sido protagonista de los banquetes de todo tipo de fiestas y celebraciones en buena parte de Extremadura desde siempre.

Para elaborar las Candelillas he seguido al pie de la letra los pasos del blog Miajadas Culinae

Con la cantidad de ingredientes que os dejo a continuación salen muchas candelillas y es que, una vez que nos ponemos a prepararlas, lo aconsejable es hacer bastantes porque la receta es laboriosa. Pero, si no quieres preparar tantas, puedes hacerlas utilizando la mitad de la cantidad de cada ingrediente.

- 1 kilo de miel

- 9 huevos

- 1 kilo de harina aproximadamente.

- Aceite de oliva virgen extra (4 *cascarones)

- Vinagre (1 *cascarón)

- Aguardiente

- 100 gr. de azúcar

- Cáscara de una naranja

- Aceite de girasol

* El término cascarón se refiere al cascarón de un huevo, que será el que utilizaremos como medida.

En primer lugar, pondremos aceite de oliva en una sartén y freiremos en él la cáscara de naranja. Después lo dejaremos enfriar.

Por otro lado, separaremos las yemas de las claras de todos los huevos. En un recipiente grande o barreño donde podamos amasar bien pondremos las claras y las montaremos ligeramente. Después añadiremos las yemas y continuaremos batiendo hasta que los huevos hayan aumentado su volumen. Quedarán unos huevos batidos ligeramente espumosos.

Tomando como medida uno de los cascarones de huevo que hemos utilizado anteriormente, añadiremos a los huevos batidos 4 cascarones del aceite de oliva en el que hemos frito la cáscara de naranja (el aceite debe estar frío) y un cascarón de vinagre. Añadiremos también un chorro pequeño de aguardiente y el azúcar. Mezclaremos todo bien y después iremos incorporando poco a poco la harina. En un principio la iremos mezclando con la ayuda de una cuchara grande y, cuando ya no podamos, seguiremos amasando con las manos.

La masa debe quedar suelta y que no se nos pegue a las manos. De ahí que digamos que la cantidad de harina es la que admita, porque será cuando notemos que la masa se despega de las manos cuando esté lista. La cantidad será aproximadamente de un kilo.

Con esta masa formaremos unas tiras largas y finas que es lo se denomina "torcías". Quienes las hacen muchas veces tienen máquinas con las que elaborar las "torcías", pero en mi caso las hice manualmente.

Cuando tengamos toda la masa convertida en "torcías", pondremos a calentar una sartén grande con aceite de girasol y cuando éste esté bien caliente las freiremos hasta que se doren. Después las iremos sacando y poniendo a escurrir el aceite sobrante.

Pondremos todas las torcías en un recipiente grande que puede ser el mismo que hemos utilizado para amasar (habiéndolo limpiado previamente).

Mientras que éstas se enfrían procederemos a calentar la miel. Cuando la miel empiece a cocer, bajaremos el fuego y seguiremos cociéndola hasta que esté en su punto. Y nos cuentan que, para saber cuál es su punto, pondremos una gota de miel en agua fría y si ésta se carameliza al instante es que está preparada para utilizarla.

Trocearemos las "torcías" con las manos, cuidando que no queden trozos grandes. Verteremos la miel por encima, justo cuando esté en su punto y las mezclaremos. Tendréis que ayudaros de utensilios fuertes pues a medida que pasa el tiempo se va endureciendo.

De hecho, debéis daros prisa en mezclar e ir repartiendo las porciones de candelilla en cápsulas de magdalenas.

Las candelillas también se presentan en forma de rosca, dando lugar así a la Rosca de Candelilla.

Y como todo lo que os he contado es mejor verlo en imágenes os dejo el vídeo donde Miajadas Culinae prepara la receta paso a paso al tiempo que lo va explicando.

Y hasta aquí mi receta de un dulce español frito y de una comunidad distinta a la mía. Para ver más recetas de este tipo tenéis que pasar por Desafío en la Cocina.