Mermelada de calabaza blanca a la canela

 

     Aquí tenéis otra de las recetas que me sirvieron para acabar con la gran calabaza blanca que llegó a casa. Y en cuestión de frutas y vegetales en general la mejor forma de darles salida cuando tenemos una gran cantidad es a base de mermeladas caseras.



    Nos puede gustar más o menos la mermelada, pero tan rica como la mermelada casera no encontraréis ninguna. Y si es elaborada por vosotros mismos, mucho más rica. La satisfacción de que la hayas elaborado tú mismo te hará adorar las mermeladas.

    En mi caso, soy de las que un bote de mermelada comprado me puede durar meses en la nevera. Sin embargo, las mermeladas que elaboro son un no parar. De hecho, buena parte de esta mermelada de calabaza me la comí a cucharadas.

- 600 gr. de calabaza blanca (pesada sin piel y sin pipas)
- 250 gr. de azúcar
- Media cucharada de postre de canela en polvo.
- Zumo de medio limón.

     Poner en una cacerola la calabaza troceada, el azúcar, el zumo de limón y la canela. Lo dejaremos macerar unos 20 minutos para que el azúcar, el zumo y la canela impregnen la calabaza. Después lo pondremos a fuego medio y removeremos de vez en cuando para que no se queme.
    Cuando tengamos lista la mermelada la pondremos en frascos que yo recomiendo que estén previamente esterilizados (tanto los frascos como sus tapas). Para embotar la mermelada se puede hacer de dos formas:

- La mermelada aún caliente se pone dentro de los frascos, se cierran bien las tapas y se cuecen al baño maría durante unos 10 minutos.
- O un método más rápido que utiliza mi abuela es el de poner boca abajo los frascos después de haberlos cerrado bien hasta que se enfríen.

     Con la cantidad que os he puesto no sale para muchos frascos, de hecho, a mí me salió para dos frascos pequeños. Si quéreis hacer más, sólo tenéis que doblar la cantidad de todos los ingredientes que se indican.