Oreja de cerdo a la plancha

     La oreja de cerdo a la plancha o en la sartén es uno de los platos más ricos y sencillos de preparar. Perfecto para tomar a modo de tapa con una buena cerveza, o con lo que más os guste.

     A pesar de tratarse de casquería, que ya sabéis que provoca bastante recelo entre muchas personas, la oreja de cerdo gusta y mucho.
     No podemos decir que sea una receta sana, pero por darnos un gustazo de vez en cuando no pasa nada.

     ¿Os animáis?

- 500 gr. de oreja de cerdo (yo suelo comprarla de la que viene envasada, previamente cocida y troceada. Me resulta mucho más cómoda. En el caso de que la oreja esté también adobada no será necesario que le pongáis nada más; la cocináis y listo.)
- Pimentón dulce
- Pimienta negra molida
- Perejil
- Aceite de oliva
- 2 ajos
- Sal

     Podéis prepararla tanto en la plancha como en la sartén. En los dos casos la cantidad de aceite que hay que utilizar es mínima, ya que la oreja se cocina con la propia grasa que suelta. Sólo utilizaremos el aceite para engrasar la sartén o la plancha; yo suelo hacerlo con la ayuda de una brocha de silicona.
     Picaremos los ajos y los pondremos a dorar un poquito, y después los retiraremos.
     Pondremos la oreja al fuego y removeremos constantemente para que no se pegue. Cuando veamos que la oreja está casi a punto, añadiremos los que hemos dorado previamente, perejil, pimienta negra  y sal. Le pondremos también una pizca de pimentón dulce y mezclaremos con la oreja para que se impregne de éste, con cuidado para que no se queme.

     La oreja debe quedar con un aspecto doradito, ese tono será el que nos avise de que la oreja está lista.

     No os olvidéis de tener a mano un buen trozo de pan para acompañar... Ummm ¡qué rico!