Bizcocho de chocolate y harina de teff {sin gluten y sin huevo}

Y otro bizcocho más, porque... Sí, confieso que me está costando volver a la rutina "blogueril" y lo que más me apetece preparar es, sorprendentemente, ¡bizcochos!

Los bizcochos son agradecidos, aceptan mil y una combinaciones y el aroma que te dejan a casa es aroma a hogar... No me canso de hacer bizcochos, así que siempre tengo bizcochos disponibles para la merienda o el desayuno. 

Y es que, yo los congelo troceados. De esta forma evito comérmelos de una sola vez. Podría decirse que tengo un cajón de sastre en el congelador lleno de trozos de bizcochos diferentes, bien empaquetados para que se conserven bien durante su congelación.

A la hora de descongelarlos, procedo de dos formas: si tengo previsto tomar bizcocho en el desayuno, lo dejo la noche de antes en el frigorífico, para que proceda a descongelarse a su propio ritmo. Y, si de repente me apetece tomarme un trozo, entonces sí echo mano de la opción descongelar del microondas.

Lo que hace peculiar a este bizcocho es la harina que he utilizado: harina de teff. Una harina, aparentemente más oscura, que además de provenir de un cereal sin gluten es además considerada un "súper alimento" al contener los ocho aminoácidos esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. También se le atribuyen una gran cantidad de fibra, proteínas y de hierro.

¿Qué si se nota que hemos utilizado una harina diferente en el sabor o en la textura final? Pues no, no se nota nada en el sabor final del bizcocho. En cuanto a la miga del bizcocho si es algo diferente, pero muy agradable. Se trata de una textura más migosa, pero compacta y jugosa. ¡Vamos, que no me han quedado dudas de seguir experimentando con esta harina!

Para un bizcocho pequeño (de unos 20 cm de diámetro)

- 250 gr. de harina de teff

- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva suave

- 5 o 6 cucharadas soperas de azúcar

- 3 cucharadas soperas de cacao en polvo

- El zumo de una naranja y su pulpa

- 8 gr. de impulsor químico (sin gluten)

- 180 ml. de leche desnatada

- Azúcar glasé para espolvorear por encima

- Precalentaremos el horno, a unos 180 ºC.

- Comenzaremos mezclando los ingredientes líquidos: el zumo de naranja y su pulpa, la leche y el aceite de oliva.

- Por otro lado, la harina, el azúcar, el cacao y el impulsor químico. Si queréis, podéis tamizar la mezcla de ingredientes sólidos.

- Engrasaremos el molde y enharinaremos, para que el proceso de desmoldado sea más sencillo. En este caso, engrasaremos ligeramente con aceite de oliva y espolvorearemos un poco de harina de teff o cacao en polvo.

- Verteremos la mezcla en el molde y lo pondremos sobre la rejilla del horno, a una altura media, durante unos 30 minutos aproximadamente.

- Lo sacaremos cuando esté bien cocido ( lo comprobaremos con un palillo, pinchando en el centro y éste debe salir limpio) y lo dejaremos templar sobre una rejilla.

- En el momento de servirlo, podéis espolvorearlo con azúcar glasé.

La harina de teff es uno de los productos de Québox de este mes. ¡Me encanta probar los resultados de utilizar diferentes harinas y experimentar con la incorporación de éstas en recetas habituales en casa como puede ser un bizcocho de chocolate! Éste sólo ha sido uno de los productos que nos ofrecen desde Québox, pero si quieres ver el resto sólo tienes que hacer clic AQUÍ para ver la composición total de la caja.

Desde Qué puedo comer, y su aplicación para el móvil, nos enseñan sobre los alimentos que se adaptan a nuestras posibles intolerancias. 

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