Si además os cuento que me puse a prepararlo un viernes a la una de la madrugada pensareis que estoy loca y que el bizcocho, entre tanto experimentar y el sueño que tenía, será cualquier cosa menos un bizcocho.
¡Nada más lejos de la realidad! El bizcocho que os presento tiene un sabor delicioso, es esponjoso y tiene un estupendo toque húmedo que le aportan las bayas.