Churros

     La receta de unos buenos churros es un asignatura pendiente para muchos de nosotros y en mi casa la churrera estaba arrinconada desde hace tiempo. Sin embargo, desde que mi madre ha descubierto estos churros, raro es el domingo que no nos los prepara para desayunar ¡y triunfan!

     ¡Vaya que sí triunfan!  ¡Estamos deseando de quitárselos del plato donde los pone para escurrir el aceite a medida que los saca de la sartén!

     Son un vicio... Pero una vez a la semana nos los podemos permitir, y si es para desayunar con más razón, después nos damos un buen paseo de domingo y listo.

Ingredientes (para unos 20 churros):

- 1 tazón de agua

- 1 tazón de harina (cuando hablo de tazón me refiero a los tazones típicos de desayuno, en caso de no tener, podéis utilizar para medir cualquier otra taza grande siempre teniendo en cuenta que hay que poner la misma cantidad de agua que de harina)

- 1 cucharada pequeña de mantequilla

- la punta de una cuchara pequeña de sal 

- 150 ml de aceite de oliva virgen extra para freír los churros ( podéis freírlos también en aceite de girasol)

     Lo primero que haremos es calentar el agua y añadir la mantequilla para que se derrita. Cuando esté bien caliente el agua, justo en el momento antes de empezar a hervir agregaremos de golpe la harina y la sal. Mezclaremos sin parar hasta que la masa se desprenda de las paredes de la cacerola y se forme una masa compacta.

     Dejaremos templar un par de minutos la masa y procederemos a ponerla en la churrera.
     Es importante aplastar bien la masa dentro de la churrera para eliminar el aire que pudiera quedar dentro. Para ello pondremos un dedo tapando la boquilla y con la ayuda de una cuchara presionaremos la masa dentro de la churrera. Si hacéis esto evitareis que los churros exploten en la sartén y evitareis quemaros.

     Pondremos al fuego una sartén con aceite de oliva (esperar a que esté bien caliente) e iremos formando los churros a medida que van cayendo de la churrera a la sartén. También podéis hacerlos en forma de rosca.

     En caso de no tener churrera, podéis hacerlo fácilmente con la ayuda de una manga pastelera.

     Habrá que esperar a que los churros se vayan dorando y a medida que estén listos los iremos sacando y poniendo en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

     Hay a quien le gusta espolvorearlos después con azúcar o bañarlos con chocolate... las opciones son múltiples, pero a mí me gustan así, tal cual salen.

     He visto muchas recetas de churros en las que se quejan porque el aceite salta mucho. No es el caso de ésta receta, al menos por nuestra experiencia en casa.

     ¿Os animáis este fin de semana a preparar unos churros caseros? Espero que sí, ya me contareis...