Tarta de zanahoria

     La receta que os dejo hoy es la de la famosa "Carrot cake" americana, o tarta de zanahoria en castellano. Una tarta que estamos cansados de ver en las típicas series y películas americanas y que desde hace tiempo había captado mi atención; de hecho, tengo muchas receta apuntadas de vuestros blogs y de algunos libros de cocina pero no había terminado aún de decidirme ya que por su nombre sabía que podía causar reticencias a la hora de probarla en casa.

    Pero finalmente me decidí cuando descubrí la sencilla receta que nos ofrece Raquel del blog Los sabores de mi vida, un blog que he conocido recientemente y en el que Raquel nos ofrece maravillosas recetas perfectamente explicadas.
    A la receta de Raquel tuve que hacerle una variación... ya sabéis que tengo alergia a las nueces y tuve que sustituirlas por almendras.

    Esta tarta de zanahoria está compuesta por un bizcocho suave y fresco, de un color anaranjado, y acompañado de un frosting o crema de queso  que hace las delicias de todo aquel que lo prueba. De hecho en mi casa, pese a mis dudas de si gustaría o no, no quedó ni un trocito.

Vamos con la receta...

     Para la tarta

- 340 gr. de zanahorias ( en la foto ya las muestro picadas)
- 280 gr. de harina
- 4 huevos
- 200 gr. de azúcar
- 200 ml de aceite de girasol
- 50 gr. de almendras picadas
- 1 sobre de azúcar avainillado
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 2 cucharaditas de levadura
- Media cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de canela

     Para el frosting:

- 300 gr. de queso tipo philadelphia
- 300 gr. de nata para montar
- 250 gr. de azúcar glass
- 50 gr. de mantequilla.

    Para adornar: Yo he utilizado almendras laminadas sobre el frosting ya que no disponía de tiempo para hacer nada más, pero estas tartas suelen decorarse con motivos que nos recuerden a la zanahoria, por ejemplo unas zanahorias de fondant.

     Empezaremos por preparar el bizcocho de la tarta. Para ello, batiremos los huevos con el azúcar durante unos 3 minutos y pasado ese tiempo iremos incorporando el aceite poquito a poco y sin dejar de batir.

     Por otro lado vamos a mezclar los ingredientes secos: la harina, el azúcar avainillado, el bicarbonato, la levadura, la sal y la canela. Y los tamizaremos, yo suelo hacerlo con la ayuda de un colador.
     Una vez tamizados, los iremos incorporando a cucharadas a la mezcla de huevos, azúcar y aceite, siempre sin dejar de batir.

     Una vez mezclados añadiremos las zanahorias y las almendras ya picadas. Para picar tanto las zanahorias como las almendras he utilizado una picadora, y en el caso de las zanahorias hay que lavarlas y pelarlas previamente.
     Mezclamos bien.

     Con la masa resultante tenemos que preparar dos bizcochos iguales o uno grande que luego habrá que cortar por la mitad.
     Yo os dejo la temperatura y tiempos para hacer un bizcocho con la mitad de la masa, pero si queréis hacerlo de una vez es posible que necesitéis más tiempo.
     Otra opción es preparar los dos bizcochos a la vez si tenéis dos moldes iguales.

     Engrasaremos el molde y verteremos la masa en él (la mitad si os decantáis por hacer dos bizcochos, o toda la masa si preferís hacer un bizcocho y después partirlo por la mitad)
     Lo meteremos en el horno a unos 180 º (precalentado previamente) durante unos 25 minutos.
     Una vez horneado, lo desmoldaremos con cuidado y es recomendable dejarlo reposar unos 15 minutos sobre una rejilla.

     Mientras tanto podemos ir preparando el frosting.
     En primer lugar, batiremos la nata con la mitad del azúcar glass y cuando esté montada la reservaremos en la nevera.
     Por otro lado, batiremos el queso con la mantequilla y el resto de azúcar glass, y cuando veamos que empieza a montar añadiremos la nata montada a cucharadas. Una vez mezclados, ya tendremos el frosting.

     Y la manera de preparar la tarta es muy sencilla. Pondremos sobre un bizcocho una capa generosa de frosting, pondremos encima la otra capa de bizcocho y cubriremos el pastel entero con el resto del frosting.

      Hecho esto sólo queda decorar al gusto, en mi caso con unas almendras laminadas, pero si disponéis de más tiempo podéis ponerle más imaginación.

     ¿Os animáis a prepararla?  No sabe nada a zanahoria, está riquísima, blandita, jugosa y súper dulce.... ah y el frosting es de las cremas más ricas que he probado.
     Os dejo una fotos del corte...