El título de la receta lo dice todo: espinacas, manzana, pasas y almendras. Éstos son los cuatro ingredientes de la ensalada que os presento, todos ellos bien aliñados con un buen aceite de oliva virgen extra, vinagre de módena y una pizca de sal.
Una receta sencilla que me ha hecho descubrir lo buenísimas que están las hojas de espinacas crudas (las compro de las que vienen en bolsa, ya lavadas y listas para consumo, y me las como casi como si fueran patatas fritas... Vale, igual tengo que hacérmelo mirar, jajaja).
Me parecen el sustituto perfecto a las aburridas hojas de lechuga a las que estamos acostumbrados y además tienen muchos más nutrientes que nuestro cuerpo necesita y, en mi caso, me vienen genial para consumir hierro y atajar problemas de anemia.
Lo curioso es que la historia de Popeye surgió de un error que se produjo al calcular la cantidad de hierro de las espinacas, de forma que se creyó que su aporte de hierro era muy superior al que realmente tienen. Para fomentar el consumo de espinacas se crearon las divertidas historias de Popeye en las que éste, cada vez que tenía que recuperar a su amada Olivia de los brazos de Brutus, se tomaba un bote de espinacas que le hacían ponerse muy fuerte para ganarle en la pelea y así poder recuperar a su amor.
Tiempo después se corrigió el error en el cálculo del hierro y, aunque el aporte de hierro es menor del que en un principio se creyó, las espinacas siguen siendo uno de los alimentos que se recomienda consumir en casos de anemia.
Sus complementos de manzana, pasas y almendras, hacen de esta ensalada un plato completo, sano y energético.
- 100 gr. de hojas de espinacas frescas (lavadas y troceadas).
- 1 manzana.
- 1 puñado de pasas.
- 1 puñado de almendras crudas o tostadas.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Vinagre de Módena.
- Sal.
En un bol pondremos las espinacas lavadas, escurridas y troceadas. Lavaremos una manzana y la cortaremos en forma de gajos (podéis pelarla previamente o comerla con piel). Añadiremos la manzana al bol junto a las espinacas. Añadiremos, también, un puñado de pasas y un puñado de almedras (crudas o tostadas, como más os gusten). Para terminar, aliñaremos al gusto con aceite de oliva, vinagre y sal. Podéis darle un toque más personal con las especias que más os gusten.
Las espinacas en ensalada me parecen una forma estupenda de comerlas, que normalmente me da mucha pereza. Y si además van así de bien acompañadas mucho mejor ;). Un beso!
ResponderEliminarwww.laurillafondant.blogspot.com
Te ha quedado una ensalada de relujo asi no la he echo nunca con tu permiso tomo nota seguro estara de rexupete no hay mas que ver las fotos.
ResponderEliminarBicos mil wapa.
una forma muy rica de comer espinacas. en ensalda me encanta!!! ya sea como la has hecho tu o bien con roquefort. una delicia la verdad
ResponderEliminarAy, Chus, vamos a ir juntas al psiquiatra para que nos miren lo de las espinacas, porque a mí me pasa lo que a ti, las prefiero mil veces a la lechuga, las ensaladas con espinacas me rechiflan y las puedo añadir a cualquier plato, jijiji.
ResponderEliminarEsta tuya con las almendritas y la manzana, ¡menuda delicia!
Pues fijate que yo casi siempre las pongo cocidas...y pocas veces crudas...tengo que solucionar eso, porque estan muy ricas tambien. Una deliciosa ensalada!! Bs.
ResponderEliminarUna ensalada muy original, es verdad que siempre tomamos las espinacas cocidas o refritas, es otra manera de comerlas sin perder los nutrientes, tomo nota, besos.
ResponderEliminarA mi me gustan mucho más las espinacas que la lechuga, es un sabor distinto, y además quedan preciosas las fotos con ellas.
ResponderEliminarbesos,
No hay que temerle a las espinacas, cuando tienen sus hojas pequeñas y tiernas son deliciosas
ResponderEliminarBesos hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2015/01/pasteles-de-alta-costura.html
sanisima y deliciosa
ResponderEliminarMe encantan este tipo de ensaladas, una combinación riquísima!
ResponderEliminarque rica y colorida ensalada, es de lo mas apetecible bicos
ResponderEliminarEntra por los ojos, sana y rica. Un abrazo, Clara.
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