Tarta París Brest

Plato grande para tartas, de Mi Casa

Esta maravilla de tarta, elaborada con pasta choux y rellena de nata, es de origen francés. Concretamente, se elaboró por primera vez con motivo de la carrera de bicicletas que unió las ciudades de París y Brest en 1891. De hecho, su forma redonda y con un agujero en medio representa a una rueda de bicicleta. En aquel momento se hizo tan famosa que hoy en día no se concibe la celebración de la tradicional carrera sin la degustación de esta tarta.

Tradicionalmente se rellena con una crema de praliné y se corona con almendras fileateadas y tostadas.

Para hacerlo más sencillo el relleno lo he cambiado por nata con canela. Y es que, esta masa es la misma que se usa para los profiteroles y no he podido resistirme al sabor de mis profiteroles preferidos: los de nata.

Para la masa (Receta del blog Bavette)

- 80 ml. de agua

- 100 ml. de leche entera

- 4 gr.de sal

- 4 gr. de azúcar glas

- 75 gr.de matequilla

-100 gr. de harina

- 3 huevos 

Para el relleno:

-  250 ml. de nata para montar

- 100 gr. de azúcar glas

- Canela en polvo

Para la decoración:

Almendras fileteadas

Azúcar glas

Canela en polvo

Comenzamos preparando la masa choux:

Pondremos en un cazo el agua, la leche, la mantequilla, la sal y el azúcar. Hasta que hierva no dejaremos de moverlo. La mantequilla deberá quedar completamente disuelta.

Después añadiremos toda la harina de golpe y mezclaremos con la espátula de forma que no quede ningún grumo y resulte una masa en la que todos los ingredientes estén bien integrados. Cuando comprobemos que la masa se separa de las paredes del cazo estará lista, pero la dejaremos que se cocine durante un par de minutos más para que pierda humedad (en ningún momento se debe de dejar de remover la masa)

Incorporaremos los huevos de uno en uno, es decir, hasta que el primero no esté bien integrado en la masa no incorporaremos el siguiente. Y así hasta acabar con los tres huevos.

Precalentaremos el horno a unos 180ºC. Mientras que se calienta, pondremos sobre la bandeja del horno una lámina de papel vegetal.

Pondremos la masa dentro de una manga pastelera con una boquilla grande (puede ser lisa o rizada, como más os guste) e iremos dando forma a la tarta. Para que os quede un círculo perfecto podéis usar el aro de un molde desmontable para bizcochos. Es tan sencillo como seguir el borde interior del mismo. Lo ideal es trazar dos círculos de masa, uno al lado del otro. Y otro círculo de masa encima de los dos anteriores, para darle altura.

Por encima de la masa pondremos las almendras fileteadas.

Introduciremos la bandeja en el horno. Sí sólo vais a hornear la tarta en grande, podéis dejar el molde durante el horneado.

La pasta choux estará lista cuando ésta empiece a tomar un color dorado después de unos 12 minutos de horneado.

Dejaremos que se enfríe antes de proceder a rellenarla.

El relleno:

Cuando esté fría, la cortaremos por la mitad en dos partes y la rellenaremos con la crema que hayamos elegido.

En mi caso, es nata montada con azúcar y canela. Simplemente, se trata de montar la nata bien fría con una batidora de varillas. Cuando esté montada, añadiremos el azúcar glas y un poco de canela. Se mezcla con la misma batidora de varillas y listo.

Decoración: 

Para la decoración final, espolvorearemos por encima un poco de azúcar glas y canela. Como podéis ver en la foto, he rellenado de nata el agujero del centro.

A tener en cuenta:

- Si os sobra pasta choux, podéis aprovechar para formar con la manga pequeños bocaditos y hornearlo al mismo tiempo que la tarta. Tened en cuenta que crecen, así que ponedlos con unos centímetros de distancia entre sí.

- Probad esta tarta, o en versión de pequeños bocados (o profiteroles), con todos los rellenos dulces que podáis imaginar. ¡Están deliciosos!

Esta tarta Paris Brest ha sido la propuesta de Desafío en la Cocina para este mes. Si queréis ver el recopilatorio con el resto de tartas París Brest, haced clic AQUÍ.