- 4 huevos
- 200 gr. de azúcar
- 60 ml de leche
- 250 gr. de harina
- Ralladura de un limón o de naranja
- 125 ml de aceite (girasol o de oliva)
- 1 sobre de levadura
El primer paso será batir los cuatros huevos, incorporarles el azúcar y volver a batirlo todo bien.
En segundo lugar, iremos añadiendo la leche, la ralladura de limón o naranja y el aceite. A la vez que vamos añadiendo los ingredientes, nos aseguramos de mezclarlo todo bien.
Por último, incorporaremos la harina y la levadura. Mezclamos todo bien, e intentaremos que no nos queden grumitos.
El siguiente paso NO es meterlas en el horno. ¿Y qué vas a hacer ahora? (os preguntareis). Pues lo que vamos a hacer es meter la masa en el frigorífico unos 30 minutos mínimo y si podéis más tiempo, mejor. Este es uno de los truquillos que he aprendido y que nunca había hecho antes. Os aconsejo que tapéis la masa con un paño de cocina.
Y una vez ha transcurrido el tiempo, vamos a rellenar los moldes. Dependiendo del tipo de papel que tenga el molde las magdalenas saldrán mejor o peor. Me explico, hay determinados papeles muy finitos y blandengues que al echarlos la masa se expanden hacia los lados y dificultan que las magdalenas crezcan hacia arriba. Si es vuestro caso, en vez de un papel podéis ponerle dos o podéis poner el papel con la masa dentro de un molde para magdalenas de acero inoxidable (de esta manera, la magdalena no podrá expandirse más hacia los lados)
La cantidad que pondremos en cada molde será la suficiente para llenar hasta la mitad, y es mejor no pasarse porque se nos puede salir la masa.
Y ahora sí, las meteremos en el horno. Lo habremos precalentado a unos 180º y la bandeja del horno la pondremos a una altura media.
Miradlas dentro del horno... y ¡ya están subiendo! ¡Qué lástima que no se pueda transmitir el olorcito que había en la cocina en ese momento!
Transcurridos unos 10 minutos, cuando estén doraditas y hayan subido ... ¡estarán listas!
Aquí os pongo una más de cerca...
Podéis espolvorearlas un poco de azúcar por encima.
Yo ya estoy lista para merendar... ¿Os apuntáis?
Mmmm!! Pero qué pinta que tienen ... ¿me puedes enviar una para con el cafetín que me estoy tomando?? jejejej
ResponderEliminarUn besín.
QUE RICOOOOOOOOOOOO..
ResponderEliminarNo es la hora de merendar ,pero me puedes mandar 2 para comer.
ResponderEliminarYo suelo tener también magdalenas en casa para desayunar, como lo hecho en casa ,nada.
un beso
Ohh... esta receta la tengo que probar yo jaja
ResponderEliminarHoy, 24 horas después de haberlas hechas están como recién sacadas del horno. Siguen esponjosas y con un sabor increible.. Animaros a hacerlas y me contais que tal!!!
ResponderEliminarSi estuviesemos cerquita os mandaba una bolsita a cada una!!! jajaja Besos
Te he concedido un premio en mi blog
ResponderEliminarhttp://beautyquel.blogspot.com/2011/03/premio-para-mi-blog.html
Que pinta mas buena tienen!!! Si caben en un archivo adjunto mandamelas jajaja. Un saludo y sigue asi!!!
ResponderEliminarEl truco de meter la masa en la nevera, tener el horno bien caliente y meter los papelillos dentro de otros o de flaneritas de aluminio, hace que siempre salgan preciosas esas madalenas que siempre nos gustaron tanto.
ResponderEliminarTe han quedado fabulosas y si aún te quedan, yo me apunto a tu merienda
mmmm q buena pinta y que subitas te quedaron enhorabuena!!!
ResponderEliminarhttp://princesa-alba.blogspot.com/
Hola!! Ayer hice estas magdalenas y están buenísimas aparte de que son super esponjosas! Gracias por compartir tus recetas!!
ResponderEliminarMuchas gracias a todas!! Gracias a las que las habeis hecho y os animo a las que aún no os habeis atrevido a que las hagais
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