Los que os enseño me los regalaron y como ví que eran muchos y que si no hacía algo pronto se estropearían decidí preparar un dulce de nísperos, para comerlo en tostadas, o para acompañamiento, relleno o adorno de algún postre.
Y como podeis ver los ingredientes son: Nísperos, azúcar y limón. Para saber las cantidades exactas que tendremos que utilizar, primero pesaremos los nísperos (ya pelados y quitados el hueso) y la mitad de su peso será la cantidad que utilicemos de azúcar. El limón lo exprimiremos y nos servirá para ir vertiendo el zumo encima de los nísperos pelados y troceados y que esta manera no se oxiden.
Por lo tanto, lo primero que haremos es pelar los nísperos. La piel se quita muy bien. Les retiraremos el hueso del centro y las pielecitas que lo rodean. Y los trocearemos. Mientras vamos troceando los nísperos, a los que ya estén listos les bañaremos con zumo de limón ya que se oxidan muy rápidamente.
Cuando tengamos todos pelados y deshuesados, los pesaremos y calcularemos la cantidad de azúcar necesaria.
Lo pondremos todo en una cacerola: el azúcar y los nísperos. Si habeis utilizado mucho zumo de limón, podeis escurrirlos un poco para que no nos quede ácido.
Y ahora toca tener paciencia, puesto que se necesita un tiempo cociendo y removiendo hasta que el dulce esté preparado. Sabremos que está lista cuando veamos que el jugo coge un poco de cuerpo. Tened en cuenta que cuando se enfría, el dulce se espesa más. Lo más normal es que esteis entre media hora y cuarenta minutos con ello al fuego. Os recomiendo que no pongais el fuego muy alto, más bien medio.
Terminado el dulce podeis triturarlo con la batidora para que os quede una mermelada. Sin embargo yo he optado por dejarlo tal cual, a la manera en que le gusta hacerlo a mi abuela y que también está buenísimo.
Al dejarlo con trozos después puedo utilizarlo para adornar postres y queda genial. Eso si llega a tiempo, porque una buena tostada con este dulce para desayunar no nos la quita nadie.
¿os apetece un poquito?
Besotes!!
